Conocidas como subastas de ejecución hipotecaria o también subastas judiciales, son una de las diversas formas que existen para adquirir un bien inmueble por debajo del precio que está en el mercado.
Quienes realizan este tipo de actividades son principalmente asesores y entidades bancarias, de manera que se pueda recuperar parte de los fondos que se prestaron mediante la hipoteca y que no fueron pagados o cancelados.
Sin importar de quién o qué se trate, el proceso de subasta judicial sigue siendo el mismo, siendo un detalle importante en toda subasta es saber por qué se está ofertando, de manera que no se termina pagando por algo que no generará ninguna clase de ganancias.
Pero no te preocupes, aquí te explicamos algunas cosas importantes sobre este tema tan interesante para algunos.
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¿Qué es una subasta judicial?
Una subasta judicial no es más que una actividad que se lleva a cabo en España gracias a la autorización que la ley española establece. Esta es ejecutada ya sea por los tribunales de justicia, asesores o por entidades bancarias.
Esta es una acción legal que se debe llevar a cabo de manera obligatoria o de lo contrario, una propiedad que no ha pagado su hipoteca le será imposible venderse. Aunque también la ventad de la propiedad puede verse afectada, siempre que haya algo que actúe en contra de la venta o compra del bien o propiedad.
En caso que te estés preguntando qué es lo que se subasta, por lo general se pone a la venta todo aquello que posea valor. Es decir, ya sea un bien inmueble, vehículos de todo tipo, joyería, reliquias, etc., incluso hasta los derechos pueden ser vendidos.
Tipos de subastas judiciales
Existen al menos dos tipos de subastas que debes determinar justo antes de asistir a una acción como esta.
Subastas de impuestos
Es el asesor quien lleva a cabo la subasta de cada una de las escrituras que uno o más propietarios no han pagado su hipoteca. Es decir, cuando no se pagan los impuestos por las propiedades que se poseen.
Suponiendo que el propietario original no ha pagado los impuestos e intereses establecidos, el asesor comenzará con la subasta hipotecaria. Es decir, que se pondrá en venta el título de las propiedades.
Subastas de ejecución hipotecaria
En este tipo de subasta son los bancos quienes llevan a cabo los procesos hipotecarios siempre que los propietarios son propietarios morosos en cuanto a los pagos de las hipotecas solicitadas.
Es muy común ver que las subastas de propiedades se realizan en el mismo lugar de la propiedad a subastar. En estos casos, las ofertas iniciales son altas debido a que se necesita recuperar gran parte del saldo que ha sido prestado.
¿Qué pasa si no hay ofertas en una subasta?
Suponiendo el caso que en una subasta no haya ninguna clase de oferta, quien está llevando a cabo la subasta lo declara hecho.
Lo que sigue después de esto es que el acreedor y quién es el presentador de la subasta, es quien solicita una resolución judicial, de manera que se pueda llegar a un precio de venta y la subasta cobre vigencia total.
Algunos de los factores que deben tener en consideración en estos casos son:
En caso que se esté subastando la casa del deudor, la persona acreedora no puede hacer una solicitud en cuanto al precio de venta, de manera que no se pida menos de 70% del valor de la propiedad.
Existe una excepción cuando las deudas de dicha propiedad están por debajo del 60% del valor que se le ha dado a la casa.
Suponiendo que exista una segunda casa o cualquier otro tipo de propiedad que no sea la principal, el acreedor no podrá solicitar un precio por menos del 50% de la valoración que se le ha dado.
Cuando se trata de bienes y enseres de cualquier tipo, el acreedor no tiene ni la más remota posibilidad de solicitar menos del 30% de la valoración que se le ha dado a los bienes.
Son estas pequeñas cosas que no sabe mucha gente y que al final de una subasta judicial, estas personas terminan en total desventaja y más cuando existe una entidad bancaria que está tratando de recuperar parte del dinero que ha prestado.