Casi la totalidad de las sondas de temperaturas son dispositivos o herramientas que tienen una gran aplicación en el ámbito industrial. Esto lleva así desde hace muchísimos años y se puede aplicar a una gran variedad de procesos productivos.
Seguramente solo hayas visto el dispositivo y las numerosas veces que lo han utilizado, pero hasta el día de hoy sigues sin saber cómo funciona esta sonda de temperatura, continúa leyendo para comprender más sobre este tema.
Pero antes de comenzar, que sepas que la utilidad es tan amplia, que se usan de manera general y en casi la gran mayoría de las industrias que conoces. Así que antes de entrar en detalle con lo que más importa del artículo, conoce qué es una sonda de temperatura.
¿Qué es una sonda de temperatura?
Este es un dispositivo de tipo sensor que se encarga de medir la temperatura. Es por eso que existe una amplia gama de variedad en sondas de temperatura y cuya utilidad varía según el tipo que elijas.
Es por eso que cada tipo de empresa posiblemente tenga o use una sonda de temperatura diferente. Algunas de estas sondas están diseñadas para medir la temperatura de cierta zona, con tan solo colocarlo en la superficie del material.
Pero claro, no todos funcionan así, ya que existen otras sondas que para medir la temperatura, necesitan ser colocados en líquidos y así medir el voltaje en estos.
Después, el voltaje es convertido en señal digital y que posteriormente es convertida en información. Cabe destacar que una sonda de temperatura la puedes adquirir de manera genérica o bien obtener una hecha a la medida, según tus estándares y necesidades.
¿Cómo funciona una sonda de temperatura?
El funcionamiento de estos dispositivos es bastante sencillo de entender.
Por ejemplo, cuando se utiliza una sonda de temperatura para medir qué tan caliente o frío esta una superficie, material, líquido y demás, lo que este hace es medir el cambio de resistencia que se genera en el lugar donde se está haciendo las mediciones.
Esto es posible gracias a que la mayoría de las sondas están equipadas con sensores que permiten captar estos cambios. Estos cambios o variaciones se consiguen a través de señales eléctricas captadas por la sonda.
Para poder lograr esta captación de la señal, es precioso que el dispositivo tenga incorporado dentro de sí un termopar o en su defecto, un detector de temperatura de resistencia.
Esto lo que hace es amplificar la diferencia de voltaje que son captadas por la sonda y hacer más clara y precisa la interpretación de estas variaciones. Cabe destacar que todo esto comienza con una señal analógica que posteriormente es transformada a digital mediante equipos y software.
Cabe destacar que para poder obtener una medición, esta se tiene que hacer colocando la sonda sobre la superficie, como ya mencionamos. Pero además de esto, existen otros medios que son utilizados según la empresa.
Por ejemplo, se puede atornillar la sonda o colocarse debajo de una superficie u objeto, e incluso sumergirse en una gran cantidad de líquidos con densidades diferentes. Es por esta razón que las sondas nunca son iguales o funcionan de la misma manera y es que cada empresa tiene una sonda específica que suelen utilizar.
Y aunque existen casos donde las variaciones son muy mínimas, lo mejor es utilizar sondas de temperatura específicas y que se adapten a las medidas que se quieren hacer.
Para que lo entiendas mejor, ¿qué caso tendría utilizar una sonda de temperatura que se usa para medir la temperatura de metales líquidos, por poner un ejemplo, para medir la temperatura de una superficie sólida?
Estarías perdiendo o gastando recursos en algo que no te generará los datos y la información que estás buscando. Sin mencionar que las mediciones que obtengas no serían tan precisas, como si utilizaras una sonda de temperatura con sensores específicos y precisos.
Ten un dato muy en cuenta y es que pese a que estas sondas están repletas de tecnología de medición y recolección de datos e información, no siempre resultan la mejor opción, ya que poseen algunas desventajas.