El siguiente artículo solo te presenta los problemas ocasionados de ingerir lejía, sin embargo, ante esta situación lo recomendable es ir lo más rápido posible a un servicio de urgencia para que te atiendan en caso de beber lejía.
Que es la Lejía
Uno de los ingredientes de la lejía es el hipoclorito, el cual puede resultar corrosivo, siendo capaz de quemar y afectar gravemente tejido humano. El líquido se diluye con agua y para usarse en una gran variedad de aplicaciones, como matar hongos o bacterias.
Normalmente, en los hogares se utiliza para limpiar los espacios, desde la desinfección del inodoro, los desagües y cualquier otro lugar que pueda generar malos olores, esto gracias a su capacidad antimicrobiana que permite eliminar no sólo las bacterias, sino también estos olores.
Qué pasa si bebes lejía
Dado que se trata de un agente oxidante, si inhalas o ingieres lejía puedes oxidar los tejidos internos de tu organismo. Si te expones un poco a la inhalación puedes sentir picor en tus ojos y garganta, incluso provocar tos.
Dado que es corrosivo puede provocar quemaduras químicas en cualquier parte de tu cuerpo si no te lavas rápidamente. En caso de beberla, puedes quemar y oxidar todos los tejidos que van desde la boca hasta el estómago.
Si bebes mucha lejía vas a tener un grave problema, dado que sufrirás de dolores, irritaciones y náuseas, todo esto provocado por las quemaduras que sufren las paredes del estómago y esófago.
Mientras más tiempo pase dentro de tu organismo, más graves serán las quemaduras, ya que demora más tiempo en oxidarse.
Los síntomas que puedes sufrir al beber lejía, además de los ya mencionados, pueden ser arcadas, vómito y shock a las pocas horas. Si no lo tratas de inmediato, esto puede provocar la muerte. Incluso dentro de tu estómago se puede generar un gas tóxico que pueda dañar las membranas mucosas de tu organismo.
Los niveles de sodio aumentan de forma repentina después de beber lejía, ya que posee una gran cantidad de este compuesto, lo cual provoca hiponatremia, afección que produce problemas a nivel circulatorio y neuronal.
Después de un breve tiempo, esto provoca un daño grave en tu intestino, lo cual si no se trata médicamente puede matarte de forma lenta y dolorosa.
Primeros Auxilios
En caso de sospechas, o que seas tú quien lo haga, debes contactar de forma rápida con los servicios de emergencia.
Si se ingiere lejía y se trata de inducirla, se provoca una mayor irritación y más daño en el tejido, siendo posible incluso que llegue a los pulmones. Ante estas situaciones de ingesta de cloro se recomienda tomar leche o agua para diluir el compuesto.
Tomar mucha leche y agua puede ser la manera indicada de contrarrestar el efecto de la lejía hasta que llegues al hospital y donde puedes recibir el tratamiento adecuado, ya sea realizando una endoscopia o un lavado gástrico, para así extraer todo este compuesto de tu organismo por medio de un tubo.
Si ha sido mucho el daño sufrido, en el hospital pueden realizarte una esofagectomía, así como una interposición del colon. A pesar de esto, tu estómago no se podrá recuperar totalmente, siendo posible que tengas que comer con una pajita durante toda tu vida.
Para cerrar
Recuerda que la lejía muy diluida no puede ocasionar ningún tipo de daño en tu organismo. Muchas personas añaden una cantidad pequeña del compuesto en el agua para eliminar sus bacterias y hacerla potable.
Si la concentración es baja, como en el caso de las piscinas, el agua tendrá un suave sabor y olor a cloro, esto únicamente puede provocar malestar en el estómago pero no quemaduras o complicaciones para tragar, en caso de ocurrir es porque la concentración es muy alta.
No debes mezclar la lejía con el vinagre, dado que esto puede provocar vapores de cloro que te lleguen a irritar, siendo también muy peligrosos.
De acuerdo con organismos de salud, el agua solo debe poseer 4 ppm del compuesto.
Cuando se añade la lejía en el agua para desinfectarla, se debe diluir mucho, siendo el rango permitido entre unas dos o tres gotas por cada litro de agua y si está clara. Para la turbia, se recomiendan unas cinco gotas de cloro.